La colaboración entre los integrantes de un grupo es la clave para alcanzar objetivos. El verticalismo pasó a un segundo plano y se instalan nuevas formas de trabajo e integración. Desde la aparición del mundo digital y la toma de mercado de la generación millennial, los líderes mutaron su forma de actuar. Muchos pasaron a ser colaborativos, dejaron de lado el ser estrictos jefes, así tratan de que a través del trabajo propio se inspire a los demás colaboradores a trabajar más duro por un objetivo general o particular.
El liderazgo no entraña una distribución de poder que favorece a uno solo (al jefe). Los miembros del grupo no carecen de poder, sino que dan forma a las actividades del grupo de distintas maneras. Aunque, por regla general, el líder tendrá la última palabra. Otro de los conceptos que gana terreno en los últimos años es el de neuroliderazgo, el cual hace referencia a una disciplina derivada de la macroeconomía que se apoya en conocimientos derivados de la psicología y la neurociencia para formar mejores líderes y lograr una mejor administración empresarial. Un líder debe saber manejar el grupo y lograr que este se sienta cómodo, a fin de lograr los objetivos. Si bien existen varios tipos de líderes, en la actualidad hay muchos que ya quedaron obsoletos. La conducción empresarial o social contiene un extenso abanico de estilos. En el país existe todo tipo de línea de pensamiento enfocado en el crecimiento. El liderazgo, por definición, es el conjunto de habilidades gerenciales y directivas que una persona tiene para influir en la forma de ser o actuar de otras o de los integrantes de un grupo determinado. En Paraguay se adoptan muchas innovaciones para emprender y liderar.
