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AUMENTA INCLUSIÓN FINANCIERA

por Gustavo Villamayor

El Comité Nacional de Inclusión Financiera (CNIF) plantea el relanzamiento de la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF). El emprendedurismo será uno de los pilares de trabajo.

La prioridad es el uso de la tecnología para la simplificación de trámites, potenciar la economía digital para mejorar los registros de las mipymes y fortalecer los esquemas de financiamiento existentes.

De manera prioritaria, los esfuerzos también se van a orientar a la reducción de la informalidad. Esto afirmó el secretario ejecutivo del Comité Nacional de Inclusión Financiera, Francisco Ruiz Díaz En marzo de este año se conocerían las nuevas estrategias. Las micro, pequeñas y medianas empresas formarán parte de este plan. Para lograr un alto impacto, el CNIF trabaja en mesas de diálogos con el Ministerio de Industria y Comercio. Por otra parte, explicó que el relanzamiento de la estrategia tiene como finalidad potenciar los aspectos que llevaron a tener resultados positivos para ser más abarcativo y llegar a más parte de la población.

“La Política de Inclusión Financiera (PIF) mostró avances significativos en los últimos años. En el pasado se creía que los servicios financieros eran exclusivos para la gente rica. Esto ya no es así gracias a los cambios tecnológicos que sirven para eliminar las barreras de exclusión y mejorar la vida de las personas», reflexionó Ruiz Díaz. Los avances de la inclusión financiera en Paraguay se traducen en el posicionamiento como líder en América Latina en cuanto al uso del pago móvil como instrumento para transacciones financieras.

El 29% de la población adulta del país utiliza el servicio de pago móvil, frente al 2% en Argentina, al 5% en Brasil y Colombia y al 19% en Chile. Encuestas realizadas por el Banco Mundial muestran que en el año 2013 la exclusión financiera en el país afectaba al 71% de la población adulta, mientras que en el año 2017 la exclusión fue de 51%.

En casi todos los escenarios, el covid-19 ha desarrollado efectos positivos y negativos. Por un lado, las personas aumentaron el uso de las herramientas financieras digitales: canales bancarios, aplicaciones, comercio electrónico, medios de pagos electrónicos, etc. Esto produjo facilitó y aceleró la inclusión financiera. En contraparte, la pérdida de empleos pudo haber incrementado las actividades de autoempleo en contextos informales y así dio lugar al crecimiento de la informalidad.

El secretario ejecutivo del Comité Nacional de Inclusión Financiera, Francisco Ruiz Díaz habló como acertada de la decisión de pagar las transferencias sociales mediante billeteras electrónicas. Pytyvõ y Ñangareko permitió dotar a 1,2 millones de personas al uso de cuentas electrónicas transaccionales.

“No obstante, es necesario realizar un esfuerzo adicional y dar continuidad al uso de esas cuentas. Esto se puede lograr con una Ley de Inclusión Financiera (LIF), la que permitirá asegurar los avances positivos en materia de inclusión financiera”, dijo.

El Banco Central del Paraguay afirma que durante la pandemia, con el pago de subsidios a través de las billeteras electrónicas, más de 1,2 millones de personas se incorporaron al mundo de la gestión de pago móvil. Esto representa una caída del 51% al 35% de la exclusión financiera, entre el 2017 al 2020.

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