Proponen un modelo económico en el que predomine el equilibrio entre los propósitos y las ganancias empresariales, que garantice equidad, inclusión y capacidad de regeneración al mundo.
Dentro de un escenario económico global más comprimido para todos, surgen nuevas propuestas de solución a las situaciones de desigualad que predominan. Uno de estos es el que se conoce como movimiento B, que plantea un modelo con empresas que equilibren sus propósitos y las ganancias.
Es decir, un cambio de paradigma empresarial. Karen Winekker, presidenta de Sistema B Paraguay, mencionó que este modelo incrementa los niveles de inclusión y equidad. Además, es regenerativo para todas las personas y el planeta. Señaló que este sistema plantea conectar el mundo público con el privado. De esta forma, se espera que más empresas, instituciones y personas se comprometan a incrementar el impacto positivo en la sociedad y en el ambiente.
“Es necesario promover políticas públicas e involucrar a más personas que busquen un cambio en la economía”, manifestó. Winekker sostuvo que el modelo predominante en la actualidad fue dise ñado en base a la productividad, el crecimiento empresarial y los indicadores de desempeño económico. Sin embargo, no tiene en cuenta el impacto que genera en la sociedad y el planeta. El daño no solo se refleja en los recursos naturales, sino también en la desigualdad social y económica que se observa.
“Un sistema que busca mayor rentabilidad y mide el éxito solamente en base a lo económico ya no es sostenible en el tiempo”, agregó. Es urgente una innovación económica, con un modelo de crecimiento sostenible y basado en el éxito que implique el triple impacto (económico, social y ambiental). “El modelo antiguo está quedando obsoleto, y ya no funciona”
ORIGEN Y PROPÓSITOS DE ESTE MOVIMIENTO
Durante el 2006, tres amigos abandonaron sus carreras en negocios y capital privado para crear una organización dedicada a impulsar el impacto positivo del mundo empresarial. Ese fue el origen de B Lab, que nació con el propósito de promover una economía que tenga como protagonistas a las empresas de triple impacto. El movimiento apunta hacia una economía que genere valor integral para el mundo
Para ello, promueve estructuras económicas que puedan ser medidas desde el bienestar de las personas, las sociedades y el planeta, de forma simultánea y con consideraciones de corto y largo plazo. En América Latina, el Sistema B nació en el 2012. De esta forma, el movimiento se expande en esta parte del mundo.
En la actualidad, la región cuenta con más de 650 empresas B, que en conjunto facturan más de 5.000 millones de dólares por año. Estas confirman la posibilidad de concretar una visión de negocios diferente.