Al cierre de su revisión anual de calificación de riesgos, Standard & Poor’s (S&P) ratificó la calificación soberana de Paraguay en BB, con perspectiva estable.
Al mantener su calificación crediticia en BB con perspectiva estable, Paraguay es uno de los pocos países de la región que logró conservar esta nota por tres años consecutivos. Todo esto, en un contexto internacional y nacional de choques externos, como la caída de precios de las materias primas, la pandemia y la sequía.
La calificación se desprende del reporte de S&P del 18 de mayo pasado. La calificadora sustenta esta nota en la estabilidad macroeconómica y la prudencia fiscal que arrastra el país desde hace varios años, lo que ayudaron a mitigar el impacto de las condiciones climáticas sobre el crecimiento. Paraguay se mantiene a dos peldaños del grado de inversión.
Con respecto a la perspectiva estable, desde la calificadora explican que las expectativas de crecimiento económico para los próximos años siguen fuertes, pese a los daños causados por la reciente sequía que afectó de manera considerable la producción agrícola, principalmente la soja.
En el reporte también se destacan la política monetaria y el tipo de cambio flexible de Paraguay, como también la adopción del régimen de metas de inflación.
No obstante, se menciona el incremento de los precios de los alimentos y derivados del petróleo, que recientemente incidieron en los niveles de inflación. De igual forma, se espera que la inflación desacelere a finales de año y se prevé un promedio del 6% para el 2022, antes de descender al objetivo del 4% para el 2024.
A pesar de la incertidumbre a nivel mundial, Paraguay mantuvo su calificación crediticia y la perspectiva estable con las calificadoras Moody’s (7/2021), Fitch Ratings (11/21) y S&P (5/2022).