Hace 8 años, Ingrid Villalba llegaba a Paraguay con la maleta cargada de expectativas de una vida mejor. Su inmenso amor hacia sus hijos la ayudaron a emprender su propio negocio.
En el camino hacia la independencia laboral conoció el verdadero amor al convertirse en madre de dos hijos. Con la responsabilidad de generar ingresos donde hubiese cabida para la maternidad, anotó en un cuaderno todas sus ideas de negocio con los puntos positivos y negativos de cada uno.
Tras pensar durante varios días tuvo la idea de montar un negocio dedicado al alquiler de lavarropas para familias o personas que no contarán con una propia. Con el plan puesto en marcha, Ingrid se acercó a un banco para solicitar un crédito. Con el dinero compró las máquinas y un auto para transportar las lavadoras a los hogares.
“Mi primera incertidumbre era saber si podría recuperar lo invertido. Este emprendimiento ha sido un sube y baja de emociones, en un principio volanteaba y de voz a voz me di a conocer”.
Con el tiempo habilitó redes sociales y logró posicionarse en la ciudad de San Lorenzo y al rededores.
Tiempo compartido
La independencia y la oportunidad de compartir su tiempo en compañía de sus hijos es la motivación que mueve a Ingrid a levantarse y recorrer barrios y ciudades ofreciendo sus servicios.
Considera que el secreto de cualquier negocio es la dedicación y la persistencia para imponerse ante las ideas y pensamientos negativos de las demás personas.
“La clave es insistir y hacer oídos sordos a las opiniones”.
La joven madre constantemente expresa su contento hacia su nego-cio, menciona que las personas se sienten más cómodas lavando sus prendas desde el hogar sin que un tercero las manipule.
“Entrego un servicio eficaz acompañado de rapidez y comodidad con los mejores electrodomésticos. Me enfoco en dar cumplimiento a las expectativas de los clientes”, señala.
Mensaje a emprendedores
“Si vamos a retroceder, que sea para agarrar impulso y lanzarnos al éxito sin temor a fracaso o al qué dirán”. Finalmente, exhorta a las personas a perseguir sus sueños sin descuidar a la familia y el tiempo compartido.