Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, patología a la que no se da la importancia necesaria, pero que sin embargo afecta a millones de personas a nivel global.
La fecha para recordar el impacto de esta enfermedad en el mundo fue instalada en el año 1991 por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo a los últimos datos de la FID, la diabetes causó 4,2 millones de muertes en el 2019 y generó gastos aproximados a 760 millones de dólares en salud, lo que representa el 10% de todo el dinero que se destina a servicios de atención médica en todo el mundo.
A nivel local, alrededor del 10% de la población está afectada por esta patología, según reportes del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS). Y lo más alarmante, el 50% del grupo de personas que la padecen no tienen un diagnóstico, situación que las expone a complicaciones más serias.
El Dr. Atilio Castillo, presidente de la Sociedad Paraguaya de Diabetología, señaló que el riesgo de la población paraguaya para desarrollar esta enfermedad es bastante alto, ya que cerca del 60% de los habitantes se encuentran con sobrepeso u obesidad y el 70% de los adultos son sedentarios.
En Paraguay, 1 de cada 10 personas adultas padecen diabetes. Esta enfermedad es la primera causa de ceguera, de ingreso para diálisis, y de amputación de las extremidades inferiores. Además, es la tercera causa de muerte en nuestro país, después de las enfermedades coronarias y de accidente cerebrovascular (ACV).
Esta afección crónica, que se presenta cuando el nivel de glucosa en la sangre se encuentra en niveles elevados, también es conocida como la “enfermedad silenciosa”, ya que se puede desarrollar sin presentar síntomas en los primeros años de evolución. Por esta razón, las instituciones sanitarias enfatizan la importancia de estar atentos a los factores de riesgo que pueden alertar sobre la presencia de diabetes.
Factores de riesgo
El sedentarismo, la obesidad, una dieta no saludable, la edad avanzada y antecedentes familiares con diabetes representan los principales factores de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad. A las personas que presenten cualquiera de estas características se recomienda chequeos, entre los que se incluya el control de glucemia.
En relación a la periodicidad de los controles de glucemia, Castillo señaló que los niños se realizan cada 2 o 3 años; mientras que los adultos, a partir de los 20 años, se deben realizar cada 3 años. “Si los resultados salen alterados, se deben hacer cada 1 año”.
Diagnóstico precoz
Con el diagnóstico precoz se puede revertir la enfermedad, mediante una considerable pérdida de peso. Es decir, poder modificarla depende del tiempo de evolución que tuvo la patología en el paciente. “Podemos hablar de la reversión de la diabetes, no de la cura”, aclaró.
Exceso de glucosa
Esta enfermedad se caracteriza por la incapacidad del páncreas de sintetizar la cantidad de insulina que el cuerpo necesita. Las personas que la padecen tienen un exceso de glucosa en la sangre, lo que perjudica a todo el organismo, principalmente al corazón, al riñón y a las arterias.
Tipos
La diabetes de Tipo 1 se diagnostica, generalmente, en edades tempranas, cuando se produce una destrucción autoinmune de las células beta generadas por la insulina en el páncreas.
El Tipo 2, por su parte, es más común en la edad adulta y su incidencia se incrementa en personas mayores. Esta tipología se caracteriza por la disminución de la acción de la insulina, de tal forma que, aunque se encuentre en niveles considerables, no pueda actuar. Es la diabetes más frecuente, y se presenta en el 90% de los casos.