El desarrollo de actividades físicas, darse un respiro, optar por una ordenada agenda y evitar la sobrecarga laboral son las claves para el buen rendimiento y bienestar.
Desde tiempos inmemorables el estrés ha formado parte de la vida diaria de todo trabajador, sea en el sector que se desempeñe en la sociedad. Existen diversos tipos de estrés, la buena y la mala, ambas conllevan una manera diferente de tratar y de manejar para no sufrir una crisis o un colapso en la negativa.
En la buena por el contrario ayuda a lograr objetivos, a la concreción de metas de manera satisfactoria, por el compromiso asumido y las ganas de cumplir con toda las tareas asignadas o autoimpuestas. También es sabido que casi todo el mundo siente una presión extra que se traduce en estrés por más que agrade el trabajo o se lleve un buen relacionamiento con los compañeros de trabajo o con el entorno en general.
La situación se vuelve preocupante cuando esa sensación no es tratada como corresponde en el lugar ni en el momento indicado, todos deben prestar una debida atención a las señales emitidas por el cuerpo, ya que toda acción conlleva a una reacción y casi en su mayoría de los casos esto no es favorable para la salud y con el tiempo afecta duramente el correcto desempeño del cuerpo y las actividades que fueron desarrollados con total normalidad representan una gran carga y es motivo de desgano que impide al afectado disfrutar de sus correspondientes actividades.
Es de suma importancia conocer los factores que llevan a este pico de estrés, carga del trabajo, funciones, mala gerencia, problemas con otras personas, excesiva preocupación por el futuro. Entonces por contra partida es necesario desarrollar actividades físicas, tomarse un respiro diariamente, no ocupar todo el tiempo solo en las responsabilidades del día a día, hacerse de una agenda para que esto no empeore con el tiempo.
Efectos
Uno de los principales efectos de la falta de control y manejo del estrés, es el efecto devastador para la salud. Esto tiene una consecuencia directa en todo el cuerpo. Siempre se ha pensado que el estrés y el cansancio excesivo es parte normal de la vida y que por ello se debe soportar sin hacer nada al respecto pero muy por el contrario es de suma importancia que al momento de sentir una sobrecarga se visite al médico.
