El estrés está considerado como la enfermedad del siglo XXI, que es atribuido a varios factores, al ritmo frenético de la vida actual y las exigencias laborales, que provocan bajada de defensas, presión arterial, acné, pérdida de memoria y depresión.
En tanto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés como el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara el organismo para la acción. En síntesis, se trata de un sistema de alerta biológico necesario para la supervivencia.
En el mundo globalizado, el paraguayo no está ajeno a esta enfermedad silenciosa, sea en su vida privada o laboral. El estrés laboral disminuye la productividad, produce dificultad en las relaciones sociales, aumenta el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias.
“En el área laboral es importante no solamente hablar de salud mental y enfermedad, porque tenemos esa tendencia de concentrarnos mucho en intervenciones ya cuando las enfermedades están instaladas”, dijo el doctor Luis Taboada, coordinador del Área de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS).
En el área empresarial, la salud mental tiene varios niveles de atención. “El acompañamiento, el seguimiento, la detección temprana también en el ambiente laboral, de posibles estados mentales desfavorables y por otro lado, fomentar el bienestar en el ambiente empresarial, evitar ambientes que sumen una carga de estrés al estrés propio de la actividad laboral. Sobre todo, en actividades que tienen alta carga de estrés, por eso es importante generar un ambiente de bienestar para disminuir los riesgos de padecer o generar enfermedades mentales en el ambiente laboral”.
El estrés es necesario para generar un nivel de rendimiento óptimo, pero entre ese rendimiento de alto nivel y el decline hacia una disfuncionalidad, “eso genera ansiedad y estados que son desfavorables, la línea es muy fina, pero tenemos que entender que necesitamos aumentar la funcionalidad teniendo en cuenta algunos aspectos y muchas veces entramos en contradicciones tal como ‘no duermo y estoy preocupado porque mañana tengo que trabajar’, y eso se repite sistemáticamente, lo que disminuye la productividad en el ambiente laboral y eso aumenta la preocupación, lo que se convierte en un círculo vicioso, lo que genera una enfermedad como la ansiedad y es una de las más comunes en el ámbito laboral”.