La mala alimentación, debido a diversos factores, hace daño a salud de las personas. Por ello, se recomienda una alimentación nutritiva y balanceada para el buen funcionamiento del organismo.
Las personas deben consumir al menos tres frutas diarias debido a que son una fuente importante de vitaminas, minerales, fibras y antioxidantes que ayudan a reforzar el sistema inmunológico.
Las frutas de estación son una buena opción, ya sea piña, manzana, melón, así también como los cítricas, reforzados con el consumo de verduras como la lechuga, pepino, tomate, entre otras hortalizas.
Además, la estación calurosa obliga a la hidratación con 2 a 3 litros de agua al día, ya que es un líquido irremplazable y vital para el cuerpo humano.
Además, se debe disminuir el consumo de sal en los alimentos, ya que el abuso del mineral sube la presión arterial, ocasiona retención de líquidos y desarrollo de problemas cardiovasculares y renales.
Se debe limitar el consumo de bebidas alcohólicas, evitar su ingesta entre comidas. Es recomendable realizar otros hábitos saludables como la actividad física y dormir entre 7 Y 8 horas diarias, esto aporta beneficios claves a la salud porque ayuda a prevenir enfermedades y mejora la calidad de vida del individuo.