Mercedes Fernández abrió un atelier de artes en su casa en marzo del 2020 cuando dejó de ejercer la docencia. Luego de un año en el mundo de las artes, se dio cuenta que emprender en pandemia fue una buena decisión.
Las Fernández es el nombre de su taller. En un principio y como hobby en sus tiempos libres pintaba sobre tejas, vidrios y lienzos para poder escapar de las preocupaciones que dejo el desempleo en su vida.
“Desde que soy una niña me ha gustado pintar. En el arte encuentro un momento de tranquilidad cuando tengo días malos. Nunca imaginé que un pasatiempo sería la solución para mis problemas económicos al momento de perder mi principal fuente de ingresos a través de la docencia en escuelas y colegios”, cuenta.
Soluciones si, problemas no
Mercedes es madre de tres hijas: Nathalia, Jazmín y Alejandra. Una tarde Nathalia se acercó a conversar con ella para buscar una forma sencilla y rápida de ayudarla a salir del complejo momento en que vivía. Las cuentas se acumulaban y el dinero no alcanzaba para cerrar el mes. Fue en ese momento que nace la idea de aprovechar el talento de Mercedes y vender sus cuadros. El apoyo de sus hijas fue fundamental encontrar soluciones a un problema
A través de las redes sociales comenzó a exhibir sus obras con una gran aceptación por parte del público. Las personas al estar gran parte del tiempo en casa se vieron en la necesidad de hacer que el encierro sea algo más agradable y llevadero a partir de la decoración.
“Del arte se puede vivir en estos tiempos, la gente comenzó a valorar más los espacios cálidos y acogedores dentro del hogar. La mejor forma de darle vida a una habitación es a través de las manualidad y obras de artes”, explica
La mayor inversión es el talento
Mercedes cuenta que inicio su negocio con una inversión de G. 100.000 en la compra de lienzos. La mayoría de materiales con los que trabajaba eran reciclados, entonces, no tuvo que hacer grandes gastos para comenzar.
“Para los que quieran dedicarse a esto les digo que pueden arrancar con muy poco capital. En mi caso fueron G. 100.000 más todo el talento que Dios me dio para crear, invertir en mi propio talento fue la mejor decisión. El dinero de las primeras ventas reinvertí en el taller, aconsejo a los emprendedores que nunca gasten sus ganancias en otras cosas que no sea el negocio osino no podrán crecer”, explica.
“El taller de arte Las Fernández es mi mayor fuente de ingreso, la docencia hoy en día me deja una ganancia de G. 500.000, dinero con el cual no se puede vivir. Dedico 100% de mi tiempo a este proyecto para poder generar los ingresos necesarios para mantener mi hogar”, detalla.
El secreto está en compartir
Gracias a la alta aceptación de sus obras y el buen uso del dinero ganado, Mercedes logró construir en su casa un local propio. En el lugar además de exponer sus trabajos creo un espacio dedicado a la enseñanza con cursos de pintura. De esa forma logró conjugar su amor por la docencia y el arte.
“Doy clases casi todos los días en horarios especiales y con un máximo de 10 personas. Los cursos dejan muy buenos ingresos y las personas se van felices a sus casas al aprender por ellos mismas las técnicas para decorar sus hogares con la pintura”, cuenta.
Mensaje a emprendedores
Trabajar la mente para encontrar el camino es el consejo que da Mercedes a los aventureros que aún no se animan a emprender.
Muchas veces las deudas y preocupaciones a las que nos enfrentamos nos nublan el juicio y en la desesperación tomamos malas decisiones. Hay que pensar con la mejor claridad posible sin olvidar jamás el apoyo en Dios”, finaliza.
Datos del negocio
Las Fernández elaboran pinturas al óleo o en acrílico sobre tejas, lienzos y vidrios con diseños personalizados. Las tejas pintadas tienen
Contactos: 0982 427533
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